CIUDAD
CELESTE

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CIUDAD CELESTE

Una perspectiva iniciatica

«Las estructuras culturales de la ciudad terrestre imitan un modelo olvidado. Todo lo que está en la tierra no es sino la representación de los mismos elementos que pueblan los cielos. Astros, espíritus, ideas o situaciones. La civilización de los hombres, cualquiera sea su degradación, es un prototipo reflejo de la ciudad celeste. Aun tratándose de una copia tan adulterada como lo que hemos conocido. El remedio: la forma esbozada de un gesto, una actitud perdida, aparentemente muerta, latente apenas en las simbologías que necesitan ser reunificadas, resucitadas, vividas».

Federico González, En el Vientre de la Ballena, 52.

 

La Ciudad celeste se refiere a un estado del ser del que participan todos aquellos en quienes se ha hecho evidente el Sí Mismo, o sea el Principio de todos los estados de su Ser (del Ser Universal), que se proyecta en su corazón por intermedio del equilibrio y mutua semejanza –analogía– entre macrocosmos y microcosmos, reflejo directo de la Unidad original y sol del despertar a un "nuevo cielo" y una "nueva tierra" pues el símbolo ha sido vivificado y el mundo es otro, escritura del Dios vivo que se da a sí mismo a través del corazón de toda construcción. Pax Profunda.

 

«Otro de los discípulos le dijo: "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre".

Dícele Jesús: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos"». (Mateo 8,22).

«Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído aquellas palabras de Dios cuando os dice: "Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?" No es un Dios de muertos, sino de vivos». (Mateo 22,31-32).

— En construcción —

BASADO EN UNA PLANTILLA    DE MUSEFREE.COM

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